jueves, 29 de septiembre de 2011

El aumento de impuestos: la vía Maryland para la prevención


   
Maryland tiene 5.6 millones de habitantes y, hasta hace muy poco tiempo, era uno de los estados de Norteamérica que presentaba  bajos impuestos para el alcohol y sus derivados.  
En un estudio sobre ese punto (Jernigan, D. H., Waters, H., Ross, C., & Stewart, A, 2009)[1] se alertaba sobre los graves perjuicios generados entre los jóvenes de Maryland a  partir del consumo problemático de bebidas, fenómeno que iba en aumento. A partir de los resultados de una encuesta realizada entre  adolescentes en 2006 se concluyó que 1 de cada 4 adolescentes (entre 12 y 20 años) había consumido alcohol en el mes anterior a la encuesta y un 16% de ellos había declarado considerarse bebedor compulsivo.
Por su lado, el CDC (Center for Disease Control) informó que el consumo de alcohol se podía relacionar con 1 de cada 3 muertes ocurridas anualmente entre los adolescentes de 12 a 20 años.
100 jóvenes mueren por año en Maryland en homicidios, accidentes de tránsito y suicidios que pueden relacionarse con el consumo abusivo de alcohol.
En un estudio de 2005, también citado por los autores, se presentó un dato por demás relevante las ventas de alcohol a menores le había reportado 130 millones de dólares de ganancia a los fabricantes de bebidas alcohólicas.

En el mes de julio de este año Maryland  incrementó los impuestos sobre las ventas de alcohol en un 50 %, sin trasladar todo ese aumento al precio de las bebidas alcohólicas.  

¿Qué se pretende con esa medida que generó gran controversia?

Al mes de instrumentado dicho aumento se llevaban recaudados 6 millones de dólares de nuevos ingresos. Se ha calculado que a partir del incremento el estado podría obtener 72 millones de dólares de ingresos fiscales que solventarían una gran variedad de proyectos sociales. Por otro lado, los especialistas han afirmado que debido a la disminución del consumo de alcohol generado por la suba de precios el estado se ahorraría más de 100 millones de dólares  de costos de atención social y sanitaria vinculados con el consumo de  la sustancia.
Pero el objetivo general de la medida es la prevención de las muertes y problemas de salud vinculados con el consumo de alcohol entre los grandes bebedores.
Como el alcohol es la principal droga consumida por los adolescentes y los jóvenes el aumento de precios tendrá en Maryland un impacto grande entre esos consumidores, que no tiene una dependencia con  la bebida. Si se consume menos alcohol es posible esperar una disminución de las enfermedades relacionadas con el alcohol, los problemas de seguridad  y los accidentes de tránsito. A partir de un estudio realizado en el año 2007 se concluyó que el 29% de los accidentes de tránsito se vincularon con el consumo de alcohol. Por ese motivo es posible esperar disminuyan los ingresos hospitalarios relacionados con la intoxicación por alcohol o los problemas asociados con el “alcohol al volante”.
      El incremento impositivo ha generado una gran controversia, quienes se encuentran a favor del mismo sostienen  que los “beneficios que se generan para la sociedad son mayores que el costo de los impuestos para los consumidores”. 
    En la Universidad de Sheffield en el Reino Unido se generó muy buen modelo para  calcular el impacto de entre los bebedores de los abordajes preventivos que incluyen el manejo impositivo. Ese será tema de un nuevo post.


[1] Jernigan, D. H., Waters, H., Ross, C., & Stewart, A. The potential economic effects of alcohol tax increases in Maryland. (2009) Johns Hopking Bloomberg Scholl of Public Health. Abell Foundation. 

jueves, 22 de septiembre de 2011

Se desaconseja el consumo de alcohol en el embarazo

A pesar de las múltiples evidencias el consumo de alcohol sigue siendo, durante la gestación, un importante problema sanitario.
La evidencia científica ha demostrado que no habría un consumo seguro de alcohol dentro del embarazo. Por ese motivo se recomienda la abstinencia. 
El término trastornos del espectro  alcohólico fetal (TEAF) engloba al conjunto de alteraciones que pueden generarse en el feto a partir del consumo de alcohol la gestación. Los médicos que monitorean y asesoran a las embrazadas deberían ser muy claros alertando a sus pacientes acerca de los riesgos. Debe quedar claro que ese conjunto de posibles trastornos del desarrollo es totalmente prevenible.
Dentro de los efectos generados por el consumo , que pueden ser desde leves hasta graves, se describen: bajo peso y estatura al nacer, discapacidades físicas o mentales, problemas de comportamiento o dificultades de aprendizaje. 

En un estudio desarrollado en la Unión Europea durante el año 2008 se concluyó que el TEAF afecta alrededor del 1% de la población europea, unos 5 millones de personas. 
Quienes nacen con esas alteraciones requieren del apoyo y cariño de sus familias, educación especial y de programas especiales de apoyo. Algunos testimonios.

El 9 de setiembre ha sido elegido como el “Día internacional de concientización sobre los trastornos  del espectro alcohólico fetal”. Se ha elegido esa fecha,  que evoca al embarazo, para coordinar las acciones para la difusión de esta problemática social. 
Para profundizar sobre el tema presentamos un enlace a una página donde se presenta información detallada. Información complementaria sobre los trastornos del espectro alchólico fetal

jueves, 15 de septiembre de 2011

Salidas nocturnas y consumo de alcohol

Según un informe recientemente publicado  los patrones de las salidas de los adolescentes han sufrido cambios en los últimos veinte años. Hasta fines de los Ochenta las salidas que se prolongaban hasta la madrugada eran patrimonio de los adolescentes mayores de 17 años. En el estudio se destaca a los cumpleaños de quince como un ejemplo del tipo de salida de los menores de 17, que por aquel entonces eran pocas. Aquella generación, que hoy ronda entre los 36 y 45 años, presentó un inicio en el consumo de alcohol que en promedio se puede ubicar en los 17.7 años. 
Hoy en día los adolescentes comienzan a salir hasta la madrugada en promedio alrededor de los 13 años y la edad de inicio en el consumo ha descendido hasta llegar en promedio a los 12.8 años.  
El estudio presenta otro dato preocupante el 14% de los estudiantes de Secundaria que fueron encuestados en 2009 sostuvieron que habían experimentado con el alcohol antes de cumplir los 12 años, cuando aún cursaba su educación primaria.
Hemos sostenido en otro sitio que el consumo de sustancias psicoactivas es poco frecuente entre los niños. Ese 14% es un porcentaje a tener en cuenta porque es posible que si el ritmo de descenso de la edad de inicio continua, en algun momento esa afirmación se vea cuestinada por la realidad. 

Fuente: "Sobre ruidos y nueces. Consumo de drogas legales e ilegales en la adolescencia". JND-OUD, Montevideo, julio 2011.

jueves, 8 de septiembre de 2011

Tragos sin alcohol en las matineé: una actividad que debe ser repensada



Resulta conveniente que se reflexione acerca de una práctica reciente: en algunas matinés, esos bailes que se organizan para escolares o liceales de los primeros años. Algunos padres y madres organizan en la matineé "una barra" donde sus hijos  pueden pedir tragos sin alcohol.
 Queda claro que los progenitores eligen esa actividad intentando generar una propuesta original y  divertida. Al pensar en la misma se podría considerar que como se trata de cócteles sin alcohol la actividad es en si misma inocua. Quizás se pretenda  colaborar con los menores para recrear el ambiente de las salidas de los mas grandes, pero sin la presencia del alcohol. Ese es el problema que debe considerarse. los tragos traen el alcohol a escena y sin proponérselo estos padres se encuentran promoviendo la curiosidad de sus hijos por ir a buscar los tragos. Lo modélico pasa a ser una necesidad, me aproximo a la barra, compro, y consigo algo "con onda" (ahora se dice propio). Esa denominación puede llamar a la reflexión porque el trago es algo "propio" de otras edades, pero al conseguir un trago en la barra lo hago antes, cuando aún estoy en la escuela.
La ultima encuesta de estudiantes de enseñanza media del Observatorio de Drogas plantea QUE hay adolescentes que se inician a los  12 años, ¿estará tan lejos el consumo de un trago sin alcohol del consumo de un trago con alcohol ?    

jueves, 1 de septiembre de 2011

Algunos tips necesarios para padres de adolescentes



¿Qué podemos hacer los padres?[1]

Miguel Carbajal Arregui
Gabriel Rossi
Allen Bottrill

1.      "...A pesar de que los hijos adolescentes vayan ganando en autonomía los padres no debemos retirarnos de escena, muy por el contrario en esta etapa debemos seguir acompañándolos.

2.      Debemos estar abiertos a escuchar a nuestros hijos, a promover  espacios donde se pueda dar un intercambio. ¿Cuántas veces una televisión prendida monopoliza la atención de todos en un momento de encuentro de la familia? La hora de la cena es un buen momento para generar un espacio donde la comunicación sea un camino de ida y vuelta. Los adultos debemos compartir pensamientos y sentimientos con nuestros hijos y manifestar interés por lo que les sucede. En los momentos de intercambio se van confrontando opiniones; se reflexiona sobre los valores y se generan aprendizajes que resultan relevantes para el afrontamiento de las dificultades cotidianas. En ese tiempo de intercambio familiar se van incorporando habilidades comunicacionales y pautas que resultan útiles para la socialización. Un desafío que tenemos los adultos es de saber encontrar, o generar, los espacios y oportunidades para hablar. Espacios que no deberían  ser solo lapsos mientras hacemos otras cosas. Conviene que nos preguntemos: ¿Tenemos un tiempo y un espacio habitual para hablar con nuestros hijos? ¿Hay algún momento en que somos especialmente accesibles a ellos? ¿Cuándo? ¿Adentro del auto? ¿Luego que presenten una crisis o de que tengamos un conflicto?

3.      Es importante que estimulemos la autoestima de nuestros hijos a partir del reconocimiento de sus potencialidades y aptitudes personales. Una mejor autoestima será de utilidad para que puedan sentirse más fuertes al enfrentar los dilemas cotidianos, o para poder ellos mismos poner algún límite. A la hora de promover su autoestima se debe tener en cuenta que si se los elogia en demasía, o sin fundamento, esa conducta también será contraproducente.

4.      Las equivocaciones de nuestros hijos deben ser reconocidas como errores que forman parte de los necesarios procesos de aprendizaje. Debemos evitar juzgar, ridiculizar o comparar a nuestros hijos con otros. Nunca como en este caso tiene tanta vigencia la máxima de que las comparaciones son odiosas.

5.      Debemos promover en nuestros hijos una autonomía personal al jerarquizar su juicio por sobre las presiones que puedan ejercer sus amigos o la publicidad.

6.      Es muy importante que reforcemos su tolerancia a la frustración, rescatando la importancia de los procesos y del esfuerzo personal para la adquisición de logros personales.

7.      Debemos hablar en casa sobre el cuidado de la salud y sobre las drogas, pero siempre teniendo en cuenta la edad de nuestros hijos y aportando opiniones fundamentadas. Los padres además debemos ser concientes que nuestros  hijos no se identifican solo con lo que decimos sino también con nuestras acciones. Por ese motivo es muy importante que reflexionemos sobre cómo nos ubicamos respecto al consumo  de alcohol, ya que somos uno de los modelos con quienes ellos se identifican.  

8.      Debemos establecer normas de convivencia que resulten adecuadas. Éstas deben ser razonables y pasibles de ser explicadas; se deben poder cumplir; estar adaptadas a cada edad; ser claras y sobre todo sostenidas con firmeza. Debe quedar claro que su respeto o transgresión generará consecuencias que luego deben llevarse adelante. Podemos pensar en un ejemplo sobre el establecimiento de horarios que puede resultar ilustrativo. Si se fija un horario para llegar a casa luego de las salidas entre semana, deberíamos estar preparados para enfrentar una intensa negociación, ya que para nuestros hijos muchas veces va a haber una razón especial para querer llegar más tarde. También debemos tener claro cuáles serían las consecuencias de si una norma que nos parece necesaria, razonable y ya se ha explicado, resulta frecuentemente desatendida.

9.     Debemos promover que nuestros hijos participen de alternativas de ocio saludable. Es también importante que compartamos espacios con ellos.

10. Ante las preguntas: ¿a qué  juegan nuestros hijos?; ¿qué espacios tienen para su tiempo libre y qué lugar ocupamos en el mismo?; ¿qué programas de TV miran? o ¿qué música les gusta? muchos padres podrían  responder que no lo saben. Debemos tener en cuenta que al modelo educativo de apoyo -que hemos comentado más arriba- no se puede “caer en paracaídas”. No podemos aportar el apoyo necesario si no conocemos por donde transita la vida de quien queremos apoyar. No basta con que pensemos “yo la viví y por eso los puedo guiar” Los padres debemos implicarnos en la vida de nuestros hijos.


11. Nuestra previsibilidad tendrá una importancia de primer orden. Los padres que improvisan frente a las infinitas situaciones cotidianas estimulan a que sus hijos funcionen del mismo modo. Si bien es cierto que no podemos tener “una respuesta para todo”, tiene que haber un marco del que sostenerse. Si nos encontramos de mal humor o preocupados por otros problemas probablemente no sea un buen momento para tomar una buena decisión a partir de algún conflicto.

12. Ambos miembros de la pareja de padres debemos estar de acuerdo sobre las pautas generales, ya que la falta de un acuerdo entre los progenitores deja un margen negativo para que los hijos hagan un aprovechamiento de las contradicciones. En caso de dudas siempre se puede recurrir a algún especialista que ayude a revisar los esquemas que entran en contradicción"....



[1] Extraido de la "Guia para padres preocupados" del libro "La previa: El consumo de alcohol entre los adolescentes. Guía para padres y educadores" de Rossi, Carbajal y Bottrill