jueves, 2 de febrero de 2012

Aportes desde la Organización Mundial de la Salud



                              

                    El consumo nocivo de bebidas alcohólicas causa 2,5 millones de muertes cada año.
·                                 Unos 320 000 jóvenes de entre 15 y 29 años de edad mueren por causas relacionadas con el consumo de alcohol, lo que representa un 9% de las defunciones en ese grupo etario.
·                                 El consumo de alcohol ocupa el tercer lugar entre los factores de riesgo de la carga mundial de morbilidad; es el primer factor de riesgo en el Pacífico Occidental y las Américas, y el segundo en Europa.
·                                 El consumo de alcohol está relacionado con muchos problemas graves de índole social y del desarrollo, en particular la violencia, el descuido y maltrato de menores y el ausentismo laboral.




¿Quiénes se encuentran en riesgo de consumo nocivo de alcohol?

La edad, el sexo y otras características biológicas del consumidor determinan los distintos grados de riesgo. También entran en juego el grado de exposición a las bebidas alcohólicas y las circunstancias y el contexto en que se produce la ingestión. Así, el consumo de alcohol ocupa el tercer lugar mundial entre los factores de riesgo de enfermedades y discapacidad; en el Pacífico Occidental y las Américas ocupa el primer lugar, y en Europa, el segundo. Además, unos 320 000 jóvenes entre los 15 y los 29 años de edad mueren de causas relacionadas con el alcohol, lo que representan un 9% de la mortalidad en este grupo etario. En las embarazadas, el consumo de alcohol puede provocar un síndrome alcohólico fetal y complicaciones relacionadas con el parto prematuro, que perjudican a la salud y el desarrollo de los neonatos.


Las consecuencias del consumo de alcohol sobre las enfermedades y traumatismos están determinadas en buena medida por dos dimensiones separadas pero interrelacionadas:
1.                              el volumen total de alcohol ingerido y
2.                              las características de la forma de beber.

Una amplia variedad de formas de beber, desde la ingestión peligrosa ocasional hasta el consumo diario e intenso, genera problemas importantes de salud pública y seguridad en casi todos los países. Uno de los rasgos distintivos del hábito de beber peligroso es que haya episodios de ingestión excesiva, que se define como el consumo del equivalente de 60 g de alcohol puro o más.


Recomendaciones de la OMS: formas de reducir la carga del consumo nocivo de alcohol


Compete a los países la responsabilidad principal de formular, aplicar, vigilar y evaluar políticas públicas para disminuir el consumo nocivo de alcohol. 
Los formuladores de políticas tienen a su disposición un acervo considerable de conocimientos científicos en torno a la eficacia y la coestoeficacia de las siguientes estrategias:
·                               
                                regular la comercialización de las bebidas alcohólicas (en particular, la venta a los menores de edad);
·                                 regular y restringir la disponibilidad de bebidas alcohólicas;
·                                 promulgar normas apropiadas sobre la conducción de vehículos en estado de ebriedad;
·                                 reducir la demanda mediante mecanismos tributarios y de fijación de precios;
·                                 aumentar la sensibilización y el apoyo con respecto a las políticas;
·                                 proporcionar tratamiento accesible y asequible a las personas que padecen trastornos por abuso del alcohol;
·                                 poner en práctica programas de tamizaje e intervenciones breves para disminuir el consumo peligroso y nocivo de bebidas alcohólicas.

 

En 2010, la Asamblea Mundial de la Salud aprobó una resolución en la que hace suya la estrategia mundial para reducir el uso nocivo del alcohol y por la que insta a los países a que fortalezcan las respuestas nacionales a los problemas de salud pública causados por dicho uso.

La estrategia mundial para reducir el uso nocivo del alcohol representa un compromiso colectivo de los Estados Miembros de la OMS para aplicar constantemente medidas enderezadas a reducir la carga mundial de morbilidad causada por el consumo nocivo. La estrategia incluye políticas e intervenciones de base científica que pueden proteger la salud y salvar vidas si se aplican correctamente. También incluye una serie de principios por los que debe guiarse la elaboración y ejecución de las políticas; además, establece las esferas prioritarias para la actuación mundial, recomienda objetivos concretos del programa de acción nacional y otorga un sólido mandato a la OMS para que fortalezca las actuaciones a todos los niveles.

Las opciones de política y las intervenciones que pueden aplicarse a escala nacional se pueden agrupar en 10 esferas, que se complementan y apoyan recíprocamente, a saber:
·                                 liderazgo, concienciación y compromiso;
·                                 respuesta de los servicios de salud;
·                                 acción comunitaria;
·                                 políticas y medidas contra la conducción de vehículos bajo los efectos del    

a                      alcohol;
·                                 disponibilidad de alcohol;
·                                 comercialización y promoción de las bebidas alcohólicas;
·                                 políticas de fijación de precios;
·                                 mitigación de las consecuencias negativas del consumo de alcohol y la
                      embriaguez;
·                                 reducción del impacto en la salud pública del alcohol ilícito y el alcohol de
                  producción informal;
·                                 seguimiento y vigilancia.

La OMS ha establecido el Sistema Mundial de Información sobre el Alcohol y la Salud con el fin de presentar de manera dinámica datos sobre la intensidad y las características diversas del consumo de bebidas alcohólicas, las consecuencias sanitarias y sociales de dicho consumo y las políticas correspondientes a todos los niveles.

La aplicación satisfactoria de la estrategia exigirá la actuación concertada de los países, una gobernanza mundial eficaz y la participación apropiada de los interesados directos. El trabajo conjunto de todas estas partes permitirá reducir las consecuencias negativas del consumo de alcohol sobre la salud humana y la sociedad.



 Síntesis  de un documento de la OMS, la totalidad del mismo se encuentra disponible en http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs349/es/index.html

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