Por Luciana Cataldi
Existe un consenso entre los
investigadores internacionales con respecto a las intervenciones contra
la intimidación, estas deben estar dirigidas al grupo de pares, en lugar
de hacerlas al hostigado y hostigador. Se ha sugerido que el
comportamiento de intimidación está motivado en parte por la búsqueda de estatus y
una posición de poder en el grupo de pares, mas que hacia el otro, se
esta comprobando que el poder que quiere ejercer el hostigador es al
grupo de pertenencia, eso le otorga prestigio social dentro del
grupo.
El
grupo de compañeros a menudo refuerza el comportamiento de intimidación
Las demostraciones de poder necesitan testigos. No es sorprendente
que un grupo de compañeros está presente en la mayoría de situaciones de acoso escolar.
Los casos de intimidación atraen
espectadores, pero los ataques a menudo se inician cuando un grupo de
compañeros ya se encuentra en el
lugar. La investigación muestra que:
1.
Los espectadores rara vez intervienen.
2.
Los espectadores suelen reforzar la conducta del acosador por la risa
o por estar alentando y arengando.
3.
Otros sólo pueden presenciar en silencio lo que sucede, y el
agresor
podría interpretar el comportamiento
tal como la aprobación de lo
que él o ella está haciendo.
Como luchar contra la intimidación, para
influir en los espectadores
Los espectadores podrían ser más fáciles de
influir, que los hostigadores. Los espectadores suelen pensar
que la intimidación es mala, se sienten mal por el hostigado, y les gustaría
hacer algo para ayudar, pero no saben como.
Movilizar al grupo de compañeros para
apoyar al hostigado es crucial y así minimizar los efectos adversos. Tener
amistades de protección en el aula, ha demostrado que atenúa la
intimidación, así como las influencias negativas. En general yo propongo que el
mediador, alumno que fue elegido para mediar conflictos entre pares y esté
entrenado, puede asumir si quiere este compromiso.
La sensibilización de los niños sobre el
papel que desempeñan en el proceso de acoso escolar es primordial, así como
aumentar su comprensión empática del sufrimiento del hostigado, esto puede
reducir la intimidación considerablemente. Además, los alumnos deben
contar con estrategias seguras para apoyar al hostigado.
Referencia: